Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. anunciaron hoy que ascienden a 12 los bebés nacidos en este país con malformaciones congénitas asociadas al virus del Zika.

Las nuevas cifras representan un aumento de tres infantes desde el último reporte emitido por la institución el pasado 9 de julio y eleva a 400 el número de mujeres embarazadas con evidencia de haber sido contagiadas con el virus.

Las autoridades sanitarias investigan actualmente dos posibles casos de contagio autóctono en el estado de Utah y en la ciudad de Miami (Florida), uno de los cuales podría ser a causa de una nueva forma de contagio y no a través de picadura de mosquito o transmisión sexual.

Los CDC investigan el origen del contagio de una persona en Utah y que nunca viajó a áreas de contagio de zika ni tuvo relaciones sexuales con nadie que haya estado expuesto al virus.

Asimismo, las autoridades sanitarias se mantienen en alerta luego de que esta semana se diera a conocer del caso de una mujer en Miami con el virus que no ha viajado a ninguna de las zonas afectadas, lo cual ha disparado el temor de que haya sido contagiada a través de una picadura de mosquito.

No obstante, las autoridades de salud de Florida señalaron hoy que no se descarta la transmisión sexual en este caso.

Según informó la Casa Blanca el pasado miércoles, los CDC transferirán esta semana 5,6 millones de dólares a Florida para combatir esta enfermedad, una partida que se suma a otros dos millones entregados antes.

Asimismo, los CDC anunciaron hoy que otorgarán fondos por 60 millones de dólares para que los estados puedan hacer frente a las necesidades ocasionadas por el virus como pruebas de detección, programas de control de mosquitos y recursos para tratar problemas de salud como microcefalia, que se asocia a esta enfermedad.

El virus del Zika se transmite principalmente a través de la picadura del mosquito Aedes aegypti infectado, aunque se ha comprobado también el contagio a través de fluidos corporales como orina, sangre, semen y líquido amniótico. 

EFE